Teoría y alucinación de Doublin, José Hierro, Libro de las alucinaciones (1964)


I. Teoría

Un instante vacío
de acción puede poblarse solamente
de nostalgia o de vino.
Hay quien lo llena de palabras vivas,
de poesía (acción
de espectros, vino con remordimiento).
Cuando la vida se detiene,
se escribe lo pasado o lo imposible
para que los demás vivan aquello
que ya vivió (o que no vivió) el poeta.
Él no puede dar vino,
nostalgia a los demás: sólo palabras.
Si les pudiese dar acción...
La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje los objetos
que duermen en la playa.
La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar:
da apariencia de vida
a lo inmóvil, a lo paralizado.
Y el leño que arde,
las conchas que las olas traen o llevan,
el papel que arrebata el viento,
destellan una vida momentánea
entre dos inmovilidades.

Pero los que están vivos,
los henchidos de acción,
los palpitantes de nostalgia o vino,
esos... felices, bienaventurados,
porque no necesitan las palabras,
como el caballo corre, aunque no sople el viento,
y vuela la gaviota, aunque esté seco el mar,
y el hombre llora, y canta,
proyecta y edifica, aun sin el fuego.




José Hierro
José Hierro (Madrid,  1922-2002), es uno de los poetas de la «Generación del medio siglo» cuya poesía contiene rasgos sociales basados en su experiencia como «Niño de la guerra». Es considerado como uno de los grandes poetas contemporáneos de habla hispana. Su obra abarca temas sociales y de compromiso con el hombre, el paso del tiempo y el recuerdo, como puede observarse en su bello «Cuaderno de Nueva York» y «Alegría», dos de sus publicaciones más importantes.

Durante la guerra civil se dedicó a actividades clandestinas que motivaron su encarcelamiento en 1939. Después de ser liberado en 1942, se desempeñó en diversos oficios durante varios años, hasta radicarse en Madrid, donde inició entonces una larga carrera como escritor, jalonada por numerosos premios y distinciones entre los que se destacan:
Premio Adonais 1947, Premio Nacional de Literatura 1953, Premio Nacional de la Crítica 1957, Premio March de Poesía en 1959, Premio Príncipe de Asturias en 1981, Premio Nacional de las Letras Españolas en 1990, Premio Reina Sofía 1995, Premio Europeo de Literatura Aristeión 1999, Premio Cervantes de las Letras 1999, Doctor Honoris Causa de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo 1995, Miembro de la Real Academia de la Lengua desde 1999. En 2002 fue nombrado "Doctor Honoris causa" por la Universidad de Turín y en 2002 el Ayuntamiento de Madrid le concedió la Medalla de Oro 
de la ciudad. 

1 comentario:

  1. José Hierro es el regalo más duro que me han hecho, porque a pesar de que me encanta, debo leerlo muy de vez en cuando.

    Esa forma de transmitir la obsesión por el tiempo, es tan contagiosa...

    ¡Brutal!

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