Porque te fue negado el tiempo de la dicha
tu corazón descansa tan ajeno a las rosas.
Tu sangre y carne fueron tu vestido más rico
y la tierra no supo lo firme de tu paso.
Aquí empieza tu siembra y acaba juntamente
-tal se entierra a un vencido al final del combate-,
donde el agua en noviembre calará tu ternura
y el ladrido de un perro tenga voz de presagio.
Quieta tu vida toda al tacto de la muerte,
que a las semillas puede y cercena los brotes,
te quedaste en capullo sin abrir, y ya nunca
sabrás el estallido floral de primavera.
María Victoria Atienza nació en Málaga en el año 1931. Sus primeras publicaciones aparecen en un medio apasionado por las ediciones restringidas, cuidadísimas y no venales, e incluso impresas en un papel hecho en su propia casa. Ello, unido a los quince años de silencio que median entre Arte y parte (1961) y Marta & María (1976), hace que su nombre suela omitirse en las nóminas -configuradas por entonces- de la generación que cronológicamente le corresponde (la "2ª de Posguerra") y que reaparezca en los índices de la generación poética siguiente (la de los "Novísimos") a la que realmente pertenecen sus nuevos y ya asentados modos de expresión.
Nunca ha concurrido a premios literarios pero posee el Premio Andalucía de la Crítica, el Nacional de la Crítica, el bienal Luis de Góngora de las Letras Andaluzas, el Ciudad de Granada - García Lorca, y el Real Academia Española 2012. Es miembro de las Reales Academias de Bellas Artes de Málaga, Cádiz, Sevilla, Córdoba y San Fernando, y Honorary Associate de The Hispanic Society of America de Nueva York. Es Medalla de Oro de la Provincia de Málaga e Hija Predilecta de Andalucía. Doctora Honoris Causa por la Universidad de Málaga. Llevan su nombre, en Málaga, un Instituto de Enseñanza Secundaria y una Avenida. Es piloto de aviación. Casada con Rafael León (1931- 2011) y madre de cuatro hijos. Recientemente ha sido galardonada con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.