NO VOLVERÉ A SER JOVEN (Poemas póstumos, 1968), Jaime Gil de Biedma (1929-1990)



Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.




Jaime Gil de Biedma nació en una familia de la alta burguesía de Barcelona. Su poesía, de tono elegíaco, enlaza con la de Vallejo, Antonio Machado y con el delicado erotismo de Cernuda. Aunque su obra no es muy extensa, es una de las que más influencia ha ejercido en las generaciones recientes. Su sensibilidad exquisita se plasma en poemas como el que precede a estas líneas. 

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