ALMA ENAMORADA (Destellos en la penumbra de la vida, 2001), Inma Ortuño

 
  Alma enamorada
de un amor lejano,
gritan las entrañas:
¡tenerlo cercano!

  ¡Grita el firmamento!
Gritan las estrellas.
Gritan los latidos
de sangre en guerra:
¡tenerlo cercano!

  Alma enamorada
de un amor lejano.
Aunque griten las entrañas,
aunque grite el firmamento,
aunque griten las estrellas,
aunque griten los latidos,
el amor, habla susurrando.
Afina tu oído,
cantares de amor van llegando,
y un cantar va diciendo,
tu nombre enamorado.

  Alma enamorada
de un amor lejano,
que eterno se hace el tiempo,
esperando encontrarlo,
y que cerca lo siento,
porque este amor me ha embriagado.

  Alma enamorada
de un amor lejano
alégrate, porque al fin,
a tu amor has encontrado.



Inmaculada Ortuño Martínez es. Y con eso hemos dicho prácticamente todo. Es periodista, licenciada en Filosofía y Letras. Tiene más de un premio de poesía y más de una publicación. Pero, sobre todo, es poeta (o poetisa, lo que ella prefiera) y como muestras en los versos que hemos presentado es sensible, tiene el alma que describe "afina tu oído, cantares de amor van llegando". Como bien muestra en el último poema del libro que por una gracia (¿Gracia?) que desconozco ha llegado a mis manos... Dicen así los últimos versos de ese poema (Juntos): "Juntos hicimos el camino, / juntos dejamos huella, / juntos cantamos y reímos, / juntos... lloramos y sufrimos."